Janice fundó la empresa The Redheaded Mexican en Tulúm, en el 2018, para de ahí crear la marca CBDbies. Ella tiene background en mercadotecnia trabajando como directora creativa en agencias de branding.
¿Por qué la industria del cannabis?
“Me gusta la innovación —nos dice Janice—, colegas dicen que soy medio bruja y puedo ver el futuro, y he aprendido a explotar esa habilidad.”
Para Janice siempre ha sido crucial en su ética laboral no vender lo que no ha probado, o productos en cuyos beneficios no cree. Antes de crear la marca CBDbies, comenzó a experimentar con el cannabis debido a su hobbie como deportista de alto rendimiento. Consumir CBD le ayudó a lidiar con dolor e inflamación muscular, así como mejorar la concentración y energía de su cuerpo.
“Yo quería crear una marca de cannabis que ayude a la salud, no productos recreativos, una marca con enfoque en wellness y poner al alcance de los consumidores para asistir lo que nos pasa día a día.”
Con respecto a la lucha contra el tabú del cannabis en México, Janice nos platicó sobre la educación que recibió ella de pequeña. “En los sesentas, en Estados Unidos clasificaron al cannabis dentro de la misma categoría que drogas duras como la heroína o la cocaína.”
Bajo dicho contexto, Janice, como prácticamente todos los mexicanos de treinta años para arriba, cuyos padres venían acarreando esa imagen dañina del cannabis —imagen que se intensificó en los ochentas, en la “Guerra contra las drogas”— creyó con una idea que la marihuana siempre coloca y que solamente tiene un uso recreativo. Frases como “te vas a quedar en el viaje” acrecentaron el miedo.
Pero las cosas están cambiando, nos asegura Janice, se le ha gando terreno progresivamente al tabú. Y esto también lo vemos reflejado en sus estadísticas de venta en las que se dividen por igual entre hombres y mujeres, además de diversas edades, pues estar bien no tiene género.
“El CBD nos ofrece una cadena de beneficios que empieza en la célula, porque el CBD trabaja a nivel celular [...] lo que hace es mejorar su actividad celular, y mejora la comunicación con células contiguas. Entonces, se hace esta cadena de beneficios que empieza desde el mejoramiento de la actividad celular que pasa al tejido, al órgano, al hueso, al sistema, al cuerpo, a la calidad de vida en general. Va de lo más pequeño y específico, que es la célula, y permea hasta lo más amplio que es la calidad de vida.”
