El santo grial de los remedios a base de plantas
La sociedad nos exige que estemos siempre bien enfocados, siendo exitosos, trabajando más de lo que podemos, descansando menos de lo que necesita nuestro cuerpo, la sociedad y la vida misma nos exige siempre estar en línea. Durante algún tiempo somos tan brillantes como una estrella, pero nada dura para siempre y finalmente nuestros cuerpos dicen ¡SUFICIENTE, NO PUEDO MÁS!
Entonces surgen los signos de fatiga, la falta de fuerzas, el insomnio, la enfermedad. Este es el peor de los casos, pero las cosas pueden ser diferentes. Todos nos cuidamos diariamente desde el exterior, limpiando nuestra piel, aplicando varios tipos de cremas, desestresando con masajes y demás, ¿Y qué hay de cuidar el cuerpo desde adentro?
El uso de ingredientes naturales, como los adaptógenos, puede mejorar nuestro rendimiento, la resistencia al estrés y las enfermedades, la concentración y las funciones cognitivas. Todo esto con la ayuda de hierbas adaptogénicas, que el mundo moderno solo está descubriendo ahora, pero que se conocen y se atesoran en el Ayurveda o la medicina china antigua durante muchos siglos.
Los adaptógenos no son una cura, no curan enfermedades. Su tarea es apoyar al cuerpo desde el interior de tal manera que pueda lidiar con los factores de estrés por sí mismo. Las hierbas adaptógenas no son una tendencia temporal. Los adaptógenos prácticamente siempre han estado con nosotros, pero solo recientemente hemos aprendido acerca de sus extraordinarias propiedades.
¿Qué son los adaptógenos?
En pocas palabras: los adaptógenos te ayudan a adaptarte.
Apoyan la capacidad del cuerpo para hacer frente al estrés, la ansiedad
y la fatiga. La propiedad más importante de estas sustancias inusuales
es la capacidad de mejorar la adaptabilidad de nuestro organismo en
condiciones adversas. Estas plantas primero se “ayudaron” a sí mismas:
crecieron en condiciones desfavorables y se adaptaron para poder extraer
de ellas tanto como fuera posible y, por supuesto, todo eso era lo mejor.
Ellas mismos no tenían una vida fácil: a menudo, al crecer a grandes alturas o en condiciones invernales severas, los adaptógenos tenían que desarrollar fuertes cualidades de supervivencia. Se cree que después de ingerir adaptógenos, pueden transferirnos sus increíbles propiedades adaptogénicas, para ayudarnos y protegernos de las condiciones adversas de nuestro entorno: estrés, fatiga, exceso de trabajo.
Los adaptógenos ayudan a nuestros cuerpos a lidiar con los efectos negativos no solo del estrés físico o mental, sino también de los factores estresantes externos como la contaminación ambiental, la radiación, malos hábitos y sustancias tóxicas. A través de diversas vías no específicas, afectan positivamente nuestra salud y bienestar. No es de extrañar que los adaptógenos se hayan utilizado ampliamente en muchas culturas de todo el mundo durante varios miles de años.
En estricta definición
Para que una planta califique como adaptógeno, debe cumplir con tres criterios: debe ser segura (es decir, sin efectos secundarios) y no tóxica, debe tener un efecto amplio, no específico y debe reducir específicamente los efectos del estrés, tanto mental como físico. ¡Los adaptógenos no son tóxicos!
Esta es probablemente una de las funciones más importantes; aparte del hecho de que ayudan, no pueden dañar de ninguna manera. Todos los adaptógenos no son tóxicos. Otras hierbas pueden tener propiedades adaptógenas, pero si son tóxicas de alguna manera, no se consideran adaptógenas. También es importante que los adaptógenos no sean adictivos.
Los adaptógenos tienen una respuesta de defensa inespecífica al estrés Los adaptógenos no actúan como fármacos, cuya tarea es mejorar la función de un órgano o sistema. Su funcionamiento se basa en una cierta "inteligencia" natural. Descubren las necesidades de nuestro cuerpo y se esfuerzan por satisfacerlas. Los adaptógenos reducen las desproporciones entre las deficiencias y los excesos. De esta manera, apoyan el funcionamiento de todo el “sistema” que es nuestro cuerpo.
Equilibra tus chakras
Según los científicos, los adaptógenos pueden estimular, activar o promover una respuesta de múltiples formas inespecíficas, incluida la construcción de una reserva de energía adaptativa, que se puede utilizar cuando sea necesario en respuesta a un factor estresante real. En este sentido, los adaptógenos ayudan a mantener el equilibrio del cuerpo cuando se ven afectados por diversos factores estresantes de una manera holística e inespecífica.
Los adaptógenos tienen una influencia normalizadora en el cuerpo, es decir, la homeostasis, o equilibrio, es algo que ayuda a nuestro cuerpo a mantenerse saludable. Sus trastornos o desequilibrios estarán asociados con la aparición de enfermedades y debilidad. Los adaptógenos pueden ser "bipolares". Para normalizar el equilibrio de nuestro cuerpo, los adaptógenos pueden tener un efecto bipolar en varias funciones fisiológicas. ¡Sí, aunque parezca raro, los adaptógenos son inteligentes! Pueden atenuar la actividad de los sistemas hiperfuncionantes o fortalecer la actividad de los sistemas de bajo funcionamiento. Puede comparar las hierbas adaptogénicas con un termostato, que detecta la temperatura de la habitación y la baja cuando hace demasiado calor, o la sube cuando está demasiado baja. ¡Increíble apoco no?
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